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lunes, 4 de julio de 2016

Viaje a Bariloche, Argentina

Hace 10 años atrás conocí Buenos Aires y me dejo una muy grata impresión pero no solo eso, me dejó una asignatura pendiente que acabo de realizar. Volviendo atrás me explico, Buenos Aires me gustó por ser un lugar seguro, limpio y organizado. A lo largo de los años he conocido algunos Argentinos que no lo consideran tan así pero hay que visitar otras ciudades capitales para valorar el orden de la suya. Dentro del caos de ciudad importante repleta de habitantes le deja al visitante una sensación de orden que invita a más. Fueron 10 años de seguir conociendo un poco de su cultura por medio de la lectura, de videos, series televisivas y conversaciones con amistades de ese país que tanto me simpatiza. En ese transcurso de 10 años conocí otros paises pero siempre posponiendo mi viaje a la Patagonia esperando que las condiciones fueran perfectas. Por la naturaleza de mi trabajo debo viajar en los meses de junio, julio o diciembre siendo estas ultimas unas cortas vacaciones de poco mas de 2 semanas. De modo que junio y julio está más disponible pero le jugaba en contra que estos meses eran invernales y si mpre me han echado miedo de el crudo frio patagonico. Pensé que esperando, esperando ya habían pasado 10 años y me arriesgué. Empecé a estudiar el destino, leyendo itinerarios y diarios viajeros de otras oersonas, anotando y recopilando todos los datos de interes. "Viviendo la previa" como bien dirian mis amigos argentinos, pues disfruto mi viaje desde el día que decido a dónde iré. Hace todo ese tiempo soñé en una cabaña hecha en tronquitos de madera, con vista al lago Nahuel Huapi y con chimenea. Comencé a buscar y escribir a los propietarios para saber si reunian mis condiciones, la disponibilidad y que fuera accesible. Me atendieron muy bien en dos alojamientos pero una de ellas era con servicio más hotelero y como en muchas en vez de una cabaña, te alojas en una parte de una cabaña. Hasta que encontré las Cabañas Terrazas del campanario donde su spropietarios Carlos y Silvina me contestaron todas mis pregusntas, me enviaron hasta fotos más específicas y fueron más allá pues me ayudaron con la decisión del alquiler del auto. En todo este tiempo de análisis veiamos los reportes del clima y basicamente diariamente llovía. Nos asustaba la lluvia y la posibilidad de nevada en el caso de que alquilaramos auto. Carlos nos consiguió y recomendó una compañía In-out car rental, que nos atendió via email, concretando los acuerdos de renta. Despues de tanto estudiar llegó el gran día, llegamos a Bariloche y encontré la cabaña de mis sueños y la ciudad con unas condiciones optimas, el clima frio y delicioso y a pesar que alguna mañana llovió mientras dormiamos, la lluvia nunca intervino con nuestros planes. La cabaña es de ensueño, está muy bien mantenida, muy limpia y llena de hermosos detalles decorativos. Es una cabaña en la que duermen de 2-6 personas pero su máximo atractivo son las hermosas vistas. Me deleité desayunando, tomando un té y hasta arreglandome mirando embelesada el inmenso lago que decoraba toda la cabaña. Toda la cabaña repleta de cristales por donde se coloban los hermosos colores otoñales que servían de marco al protagonista: el Lago Nahuel Huapi.  El calorcito de la cabaña nos dió la bienvenida mientras nos prometía que sería una hermosa estadía. El plan era sencillo: pasear, conocer, probar, deleitarnos con la naturaleza y lo pudimos realizar así y un poco mejor de lo imaginado. Nos acompañaron una pareja de viejos amigos que han resultado ser muy buenos compañeros de viaje con los que pudimos compartir esta hermosa experiencia.

1 comentario:

  1. ❤️😀👏🏻hermoso. A seguir cumpliendo más sueños 🙏🏻

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