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lunes, 12 de noviembre de 2018

Venecia, siempre una linda sorpresa.


Hace muchos años visité Venecia y quedé impactada! Venecia es bella? Es muy bonita pero más que bella es sumamente interesante. 

Antes de narrarles mi experiencia quiero recomendarle muy especialmente que la mejor forma de llegar a Venecia es en barco desde el mismo aeropuerto. En mi primer viaje llegue en bus y no se compara con la experiencia de llegar por agua.  El barquito se irá parando a dejar pasajeros mientras tú tomas tu primer paseo y te vas ubicando e introduciendo a esa tan peculiar ciudad.  

En mi primera ocasión en Venecia  nos perdimos tal  y como recomiendan las guías, pero nos perdimos mal, es feo estar perdidos por horas y en algún momento llegó a ser desesperante.  De modo que esta vez estudié mejor el destino, cómo llegar al hotel, cómo era el vecindario. Hice una gran selección, el Hotel Ca’ Formenta. Ubicado en Vía Giuseppe Garibaldi 1650. 

En Venecia o al menos mi experiencia es que los hoteles y todo lo demás son edificios viejos con muebles históricos que algunos admirarán pero yo particularmente disfruto más de lujos como que mi habitación estaba en un patio interior con ropa colgada como ves en las pelis y es súper normal allá, y con un canal allí junto a mi puerta, para mi eso es un plus! 

El vecindario, lo mejor, estaba repleto de gente local, pocos turistas que desaparecen al anochecer y empieza la vida común que disfruto más conocer. En la mañana las señoras caminando a la panadería o el vecino paseando el perro, todos se conocen y se saludan y no me excluyen de su saludo matutino. Después de desayunar al aire libre frente al gran canal, me fui de paseo por los callejones donde jugaban los niños y la gente era más sencilla. De repente sentí un olor fuerte a mariscos y apreté el Paso para curiosear cuando descubrí un puestecito de marisco fresco, que ganas tenía de comprar alguno y correr a cocinarlo, pero era imposible lamentablemente.  

Pero para mi sorpresa, más adelante encontré un barquito estacionado en el canal vendiendo frutas de todas clases. Me confundía de tanto que quería probar, una estampa hermosisima que aquí comparto. Ese paseo matutino entre la gente local de Venecia es el mejor recuerdo que tengo de tan interesante lugar. 



Nuestra selección a la hora de comer no fue la mejor pero el placer de conocer rincon es tan hermosos valió la pena. No me despedí para siempre de sus islas, nos citamos para un próximo encuentro. 

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