La visita a Mount Rainier fue única en todos los sentidos. Desde seattle nos tomamos aproximadamente 3 horas en subir hasta Paradise que se encuentra a 5,400 pies de altura. Paradise se considera el mejor punto para apreciar la vista desde este hermoso pico volcánico. La gente del lugar quizás no tarda tanto pero nosotros ibamos haciendo todas las paradas del mundo, a ver de cerca los venados, las cascadas, algunas nevadas y otras corrientes, todas bellas. Inclusive las casas del lugar son un sueño, tambien nos paramos en un bar antiguo, yo pensaba que esos lugares eran escenarios creados en hollywood pero no, en Mount rainier los encuentras, te detienes y entras a ese barcito acogedor, calientito con baño donde si deseas te sirven unas sopitas caliente o un buen trago para que entres en calor. Mount Rainier es un paraiso sin dudas. Mientras planificamos el viaje de Seattle, hablamos de visitar Mount Rainier y yo dije: si subo tan alto no quiero bajar sin dormir aunque sea una noche en una cabaña de troncos de madera.. y se me dió. Nos quedamos dos noches maravillosas allí arriba, espectacular. Estaba lleno de nieve el monte, así que nos detuvimos a jugar con la nieve, fue mi primera vez, nunca lo ovidaré. El hotel divino tambien, construído en troncos como yo lo soñaba, lleno de neblina y con una chimenea en el centro, hermosisimo. De nuestra habitación se veía todo lleno de nieve, digno para una postal. Si algún día visitas Seattle, saca el tiempo para darte esta escapada, no te arrepentirás.
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