En esta oportunidad quiero compartirles lo que he ido aprendiendo de mi experiencia planificando mis viajes.
jueves, 18 de septiembre de 2014
jueves, 11 de septiembre de 2014
St Petersburg, Rusia
Retomo las anécdotas de mi viaje hablándoles de San
Petersburgo en Rusia, Una de las ciudades que más me motivaban conocer y fue un
gran acierto. Antes de ir me llamaba mucho por su Iglesia del San Salvador de
la Sangre Derramada y no me equivoqué, es un monumento espectacular. Pero St
Petersburg tiene mucho más que ofrecer. Hice dos excursiones en esta ciudad: la
del barco que no la recomiendo para nada y una excursión privada llamada:
noches blancas. Esta excursión comenzó a las 10:30pm y lleva ese nombre porque
a esta hora la luz del sol estaba plena, era de día completamente. Fue casi a
las 12:00 de la medianoche que comenzó a oscurecer. Fue un paseo simpático porque
a mí me encanta conocer las diferencias culturales y allí pude apreciar
algunas. Los rusos son de apariencia antipática y algunos más que la apariencia.
Lo digo con respeto porque es una diferencia cultural, quizás ellos criticarían
que nosotros somos demasiado simpáticos aun sin conocer a las personas. El guía
de la primera excursión no me permitió bajar a ver la iglesia de la Sangre
Derramada que tantas ganas tenia de conocer. Le salió caro porque hice el
reclamo al barco y me devolvieron el dinero J Del mismo modo son
muchos los edificios de arquitectura imponentes que pudimos disfrutar. Uno que
me gustó mucho fue El Monasterio Smolny, fundado por la emperatriz Isabel. Pero además del paisaje me simpatizó ver una señora de edad avanzada
colocando un ramo de flores silvestres a una de las estatuas en un puente.
Cuanto me hubiera gustado poder entrevistarla y conocer sus creencias para este
acto. Fue en esta ciudad donde vimos por primera vez las novias paseándose por
las calles para fotografiarse. Desgraciadamente no logré fotografiar ninguna
pero era gracioso porque andaban hasta con un caballero que parecía un rey momo
cargándole el champagne calle arriba y calle abajo. Era todo el séquito,
fascinante. Otra de las costumbres que por cierto me pareció muy simpática era
de los jóvenes celebrando sus fiestas en autos adornados por globos. Así como
un party bus en los autos y botes y todo decorado, muy lindo. El propósito fundamental
de esa excursión era ver la elevación de los puentes. San Petersburgo es una ciudad surcada por 86 ríos, canales de 300
kilómetros de longitud y más de cien islas en la parte del Delta del Río Neva.
En las noches se elevan 22 puentes que permiten el cruce de barcos comerciales
y dejan incomunicada las islas hasta las 6:00am del día siguiente. Vimos el
primer y segundo puente elevarse y de allí partimos al crucero pues el guía
debía estar de vuelta antes de las 2:00am o se quedaba de nuestro lado de la
isla y no podría regresar a su casa hasta el otro día. Para ellos es algo muy
habitual pero un turista no tiene forma de saberlo. De modo que si te
encuentras en el lugar equivocado tendrás que esperar al otro día para regresar
a tu hotel. Sería un gran mal rato para unos turistas y suele pasar. No hay ningún
sistema que te alerte de este riesgo. A los alrededores del río había una gran
multitud de fiesta esperando ver las elevaciones.
Un paseo que no se deben perder.
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